El Bicentenario de Honduras: 200 años de historia, desafíos y deudas aún pendientes con la sociedad
- La conmemoración del bicentenario, debe ser un espacio idóneo para analizar el contexto social del país y así garantizar el bien común de las futuras generaciones.
Desde el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) celebramos con mucho orgullo y patriotismo los 200 años de emancipación de Honduras, cuyos desafíos y conquistas sociales, han contribuido significativamente para establecer a nuestro país como una nación próspera en busca del bienestar y protección de su basta pluriculturalidad en el territorio nacional.
Sin embargo, más allá de una fecha conmemorativa -en la que también se reconoce la independencia de los países centroamericanos-, es imprescindible que Honduras analice su desarrollo como nación a través de una visión a largo plazo, retomando el impacto de la pobreza, desigualdad social y desarrollo humano que actualmente sigue sin resolverse y que enfrenta nuevos desafíos como el cambio climático, la conmoción generada por la pandemia de la Covid-19 y la inminente transición de gobierno.
En ese mismo sentido, la Defensora del Pueblo de Honduras considera propicia la oportunidad para recordar que el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales constituyen la piedra angular del desarrollo humano de los países independientes y soberanos, y que su garantía asegura la inclusión positiva de nuestro país en el concierto de la comunidad internacional.
Los 200 años de historia de Honduras, han sido marcados por un camino sinuoso de aprendizaje que la sociedad debe valorar con integridad y humildad, a fin de superar los errores que nos han alejado del desarrollo, justicia, paz y prosperidad de todas y todos los habitantes.
Nuestro mandato constitucional nos permite recomendar a las autoridades, volver a reemprender los valores perdidos a través de la historia, como la convivencia humana, cuidado-promoción de la cultura y naturaleza y la educación inclusiva, para no seguir perpetuando los vicios, errores y desaciertos que históricamente han ido en contra del desarrollo sostenible del pueblo hondureño.
El bicentenario debe servir para reconstruir una Honduras diferente, de unir esfuerzos, de buscar y renovar la gestión pública, de suprimir el caudillismo político que tanto daño ha generado a la sociedad, forjando una nueva generación enfocada en el liderazgo transformador que la ciudadanía demanda en la protección y consolidación plena de los Derechos Humanos.
Finalmente, La Defensoría del Pueblo considera indispensable que Honduras avance en el proceso de institucionalidad democrática y en la consolidación plena de los derechos humanos dentro y fuera del territorio nacional.
Tegucigalpa, M.D.C. 15 de septiembre del 2021