Ola de violencia con ensañamiento contra las mujeres, desde el 2002 a la fecha ha dejado alrededor de 6,000 muertes.
Se debe prevenir y proteger integralmente, a la mujer, contra la violencia.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), exhortó hoy a las autoridades hondureñas a tomar las medidas preventivas necesarias para detener la ola de violencia con ensañamiento contra las mujeres que, del 2002 a la fecha, ha dejado alrededor de 6,000 muertes. Más del 90% de los casos se encuentran en la impunidad.
Añade que los índices de asesinatos de mujeres, además de incrementarse sustancialmente, remiten a hechos de especial preocupación en relación a las víctimas, al verificarse en ellos todo tipo de violencia, torturas y mutilaciones, reflejando un patrón intencional de desprecio contra la vida o dignidad de las mujeres.
Las formas en que se expresa la violencia en contra de las mujeres hondureñas van desde la mutilación, el desmembramiento del cuerpo, la violencia sexual, las masacres y la ritualización de la escena del crimen.
Según el CONADEH, las muertes violentas, contra este sector vulnerable de la sociedad, constituye la máxima violación a los derechos humanos de las mujeres por tratarse de la eliminación de la vida, principal bien jurídico protegido por todo Estado democrático y social de Derecho. Por lo cual, el incremento en el número y la magnitud del ensañamiento, que caracteriza la muerte de mujeres, pone en serio cuestionamiento el fortalecimiento del Estado de Derecho, especialmente respecto a la no aplicación de los principios de legalidad e igualdad en el goce de los derechos humanos de las mujeres.
Se estima que, entre el año 2006 y 2018, alrededor de 5,555 mujeres murieron en circunstancias violentas, es decir, un promedio aproximado de 30 mensuales o una muerte diaria.
En atención a lo anterior, Roberto Herrera Cáceres, titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (CONADEH), ha urgido persistentemente a las autoridades encargadas de la seguridad en el país, a dar mayor efectividad a sus actuaciones hasta dar con los responsables y ponerlos a la orden de los tribunales de justicia competentes.
EL Defensor del Pueblo de Honduras expresó también que para evitar la violencia contra las mujeres y la impunidad es necesaria una prevención, protección más eficaz y durable.
Es necesario abordar la violencia contra las mujeres desde la familia, educando desde el hogar para eliminar estereotipos de género y cultura machista que han alimentado, hasta el presente la violencia contra las mujeres y niñas, precisó el Ombudsman hondureño.
La violencia contra las mujeres se convierte en un desafío para el Estado hondureño que tiene el deber de garantizar un real avance hacia una cultura de respeto a la dignidad humana de todas las personas, sin discriminación de ninguna índole, declaró.
Reveló que, ante el CONADEH, muchas mujeres acuden y denuncian ser víctimas de violencia doméstica y violencia intrafamiliar.
En el período de 2015-2018, el CONADEH atendió, a nivel nacional, 15,504 quejas de presuntas violaciones a los derechos humanos, interpuestas por mujeres. En su mayoría son quejas relacionadas con el derecho a la vida e integridad personal.
De acuerdo al desglose de los datos registrados por el CONADEH, en su sistema de quejas, del total de denuncias presentadas por mujeres, 4,383 quejas relacionadas con el derecho a la vida y la integridad personal que incluyen amenazas a muerte, violencia doméstica, intimidación, coacción y malos tratos, entre otros. Seguidas por 2,408 quejas relacionadas con el acceso a la justicia. Entre éstas, están violaciones al acceso a la justicia y debido proceso legal o recepción de denuncia planteada, retardo en la admisión de un recurso, abuso de autoridad, ejercicio indebido de autoridad del servidor público, negligencia en investigación preliminar de la denuncia, prevaricación en sentencia dictada, retardo en la investigación preliminar de la denuncia y retardo injustificado de un auto, resolución, fallo o sentencia.
En Honduras, las mujeres representan el 52.3% de la población hondureña estimada en 8.7 millones de habitantes.